Entre Valor y Beneficio siempre han existido paralelismos y eso ha dado lugar a que se creen equívocos, e incluso a interpretaciones erróneas de opiniones, sugerencias y propuestas, tanto orales como escritas, que se hacen utilizando estos términos.

El valor de algo lo asociamos al precio pero también al coste. Decimos que una cosa vale 100 porque nos ha costado 100. En realidad hemos pagado 100 por esa cosa, porque para nosotros tiene ese valor, aunque los costes que conlleve el haberla producido y hecho llegar hasta nosotros, hayan sido mayores o menores que el precio de 100 que hemos pagado por ella.

Por tanto, el lenguaje «comprador /vendedor» nos puede inducir a error cuando hablamos de esta forma, pero además hoy son habituales los discursos de los políticos en que nos  animan a “poner en valor”, “ valorizar”, tales instalaciones, activos…..que se juntan a las expresiones de los financieros que buscan “el máximo valor de para sus accionistas”, a las de los inversores que pretenden “maximizar el beneficio de su inversión”, a los de los empresarios que lo que quieren maximizar es el beneficio de su cuenta de resultados,….. y otras parecidas que encontraremos cualquier día en la presa u oiremos en los noticiarios….

Me parece importante profundizar un poco en el significado de los términos beneficio y valor, incorporando enesta reflexión el efecto de las propuestas que hoy se presentan en el mundo para llevarnos a un estadio de sociedad mejor, más avanzada y justa, que la “sociedad de consumo” en la que vivimos.

Actualmente, el beneficio se nos muestra como la recompensa de quién asume un riesgo económico al comprometer su dinero en un proyecto. La Real Academia de la Lengua nos dice que es la ganancia económica que se obtiene de un negocio, inversión o actividad mercantil.

Si a la hora de estudiar el lanzamiento de un nuevo producto, el conjunto de los costes unitarios que recaen sobre él pueden ser cubiertos por un precio de venta atractivo para el cliente o consumidor, el proyecto será viable, y las expectativas del beneficio harán que el empresario asuma el riesgo económico de la inversión que supone su producción y comercialización.

Para hacer rigurosamente este análisis, se comparan financieramente la expectativa de los ingresos con la de los pagos, aplicando las técnicas existentes.

No hay que explicar que al día de hoy, y por contemplar únicamente los costes internos habituales, resulta mucho más difícil estimar los ingresos que los costes. Los ingresos serán consecuencia de la demanda que se cree del producto en número de unidades y del precio de venta de cada unidad, que se considere aceptable por los potenciales clientes. Los costes podrán estimarse fácilmente una vez determinado el número de unidades que deben producirse para satisfacer la demanda.

En un proceso de reflexión iterativo, el proyecto de desarrollo del producto será desechado inmediatamente si el precio que sería aceptable por el mercado no cubre los costes unitarios estimados y no es posible reducirlos hasta conseguir el nivel de margen necesario que proporcione la rentabilidad minima exigible a proyectos similares.

Resumiendo: Sólo si hay expectativas fundadas de un beneficio suficientemente atractivo, se invertirá el capital necesario para lanzar el producto.

La tentación y el error más grande en estos procesos de decisión, tanto en inversiones para lanzamientos de nuevos productos, como cuando hay que reaccionar ante la competencia, es no tener en cuenta, en toda su intensidad, todos los costes que concurren y se relacionan con la decisión a tomar.

Para volver a la idea de este artículo, una empresa que siguiera un proceso similar al descrito para seleccionar sus proyectos, aceptando sólo aquellos que le ofrecieran más garantías de ganancia, iría incrementando su Valor además de por las propias ganancias obtenidas, por el crédito ante terceros de poder generar nuevas ganancias, dada su propia experiencia.

Este Valor, ya sea contable, financiero o de mercado, se da por bueno al ser calculado con los instrumentos o herramientas que hemos estudiado y utilizado a lo largo del siglo XX, pero hoy en día, ya avanzado el siglo XXI, este Valor así calculado entra en contradicción con otros VALORES que las Sociedades de todo el mundo se replantean razonablemente y que deberían integrarse en los nuevos cálculos, del que yo quiero llamar aquí: Valor Real.

Si definiéramos el “Valor Real” como la diferencia entre el precio pagado y la suma agregada de todos los costes, internos (directos e indirectos) y externos (directos e indirectos), relacionados con el proceso productivo y de comercialización de un producto, los cálculos que hemos efectuado antes para decidir si aceptar o rechazar un proyecto de inversión no servirían de nada, o al menos serían insuficientes para conocer la “ganancia justa”, es decir el Beneficio Real que debería corresponder el empresario y el Valor Real que ha generado no sólo para la empresa, sino para la Sociedad.

Pero…. ¿Cuáles son esos “costes externos” que no hemos contemplado en el proceso de decisión y que hoy no se recogen en las contabilidades, ni en los cálculos financieros?

Una nueva serie de propuestas se ofrecen a la Sociedad  Internacional desde distintos ámbitos, para llevar las fórmulas comerciales usuales, a otras más humanas, más solidarias y respetuosas con la naturaleza y el medioambiente.

“Comercio Justo” es un nuevo concepto que quiere llamar la atención sobre las fórmulas injustas con que algunos elaboran los productos con los que compiten ventajosamente en el mercado: La explotación laboral, la esclavitud, la explotación infantil, la discriminación de la mujer, los salarios de miseria, las condiciones de trabajo insalubres, la destrucción de la naturaleza

«Comercio Ecológico» pone el énfasis en los productos naturales, advirtiendo de las consecuencias irreversibles que plantean la utilización de productos químicos, genéticamente modificados, envases plásticos no biodegradables….

«Comercio Verde», del mismo modo que el anterior, se preocupa por los efectos medioambientales, la huella ecológica que deja en el planeta un producto comercializado….

En fin, muchos y diferentes calificativos para un nuevo tipo de comercio basado en la honestidad, la justicia, la igualdad de oportunidades para todos y en definitiva un Comercio Más Humano y Sostenible.

Estas propuestas son ya tendencias visibles en muchas partes del mundo con mayor o menor intensidad, pero necesitan incorporarse como “Reglas de Juego Limpio” en todas las Normativas que rigen el Comercio y a todos los niveles: Internacional, Nacional, Regional…… para transformar realmente los mercados.

Sólo falta este paso, para que las contabilidades de todas las empresas del mundo recojan como nuevos principios contables que:

– El que contamina paga.

– El que usa paga.

– El que rompe paga.

– El que molesta paga.

– El que perjudica paga

– El que defrauda paga……

No es admisible que el beneficio de unos sea a costa de la explotación o del engaño de otras personas, de la utilización desnaturalizada de otros seres vivos, o a costa del futuro de nuestro Planeta y por tanto de las nuevas generaciones.

No debe haber sitio en el mercado para los aprovechados, las mafias, los que actúan sin escrúpulos, los especuladores y quiénes no actúan dignamente, porque no creen en la dignidad del hombre.

No puede admitirse tampoco, dejar acceder al mercado  a quienes no acrediten cumplir con estos principios.

La recompensa económica justa, el Beneficio Real y el prestigio moral, debe ser para el empresario que actúa moralmente y éticamente, de la misma manera que el salario es justo cuando recompensa realmente el esfuerzo realizado.

El mundo está en crisis porque la economía no va, y el valor de los negocios, de las cosas, se desploma. Antes de perder el valor económico…. ¿No habremos perdido otros valores más importantes?

La cuantificación de los costes externos y su incorporación generalizada a todos los cálculos económicos es  un reto impresionante pero necesario, si queremos acercarnos a un nuevo modelo de relaciones comerciales que permita que las ganancias recompensen a quienes jugando limpio, son más eficientes y que cuando hablemos de Valor, incluyamos todos los Valores que hacen mejorar a la Humanidad.

Saludos,

EDM