English: Bronze chain of Olimpic order

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En estos momentos de crisis económica sostenida, en realidad de recesión, empiezan a ponerse en solfa todos los planteamientos económicos del pasado y surgen las dudas de si las grandes decisiones que se han tomado es nuestro país han sido las acertadas.

Esto no es algo que pase sólo en España, sabemos por los medios que el Presidente Sarkozy ha anunciado medidas proteccionistas en Francia si Europa no protege su  mercado, ante determinadas importaciones procedentes de Países extracomunitarios que luego ponen en sus mercados trabas a los productos europeos.

La tentación más radical cuando el paro es de casi el 25 % y muchas de nuestras empresas y comercios van de ERE en cierre, es cerrar nuestras fronteras a los productos extranjeros que con menores precios y calidades similares se presentan en nuestros mercado desplazando a los que producimos nosotros.

Sin embargo, una postura así resulta infantil para una nación desarrollada y en mi opinión carente de sentido económico a largo plazo.

Para los que no están seguros de sus propias capacidades, la mejor manera de no perder es no jugar y en cierto modo así ha vivido la economía española durante mucho tiempo.

Nuestros deportista hoy son admirados en todo el mundo porque compitiendo en Olimpiadas, Campeonatos Mundiales y Eventos Internacionales han demostrado que tienen el nivel de los mejores. Es  cierto que habrán tenido que entrenar duramente durante muchas horas y con grandes sacrificios en el patio del colegio, el polideportivo del pueblo o en la cancha de la Universidad, pero su éxito tiene el contraste internacional, el de medirse con los mejores.

Lo mismo pasa con los profesionales, los científicos……

Hoy tenemos en España muchas empresas que se han ganado el reconocimiento global y son líderes en sus mercados.

Probablemente, el problema que hay en nuestro país, y el que padecemos muchos españoles ya que la mayor parte de nuestros negocios y puestos de trabajos se dan en ellas,  es que una gran parte de esas empresas y comercios que cierran o que se sienten enormemente amenazadas en la situación actual, juegan en una liga regional, incluso de barrio. Sus dueños, tienen ilusión, apuestan lo que tienen, muchas veces su patrimonio, pero no están preparados para jugar en las grandes ligas y no han entrenado para competir en grandes torneos.

La Globalización y los principios europeos de libertad circulación de personas , de prestación de servicios y de establecimiento de empresas, están cambiando el nivel cualitativo y competitivo de nuestro mercado doméstico. La crisis ha venido en el peor momento de esa transformación y por tanto las empresas pequeñas, más vulnerables, no pueden soportar tantos problemas juntos: Menor consumo, más competencia, falta de liquidez, problemas de financiación, alquileres caros, rigidez laboral,….

Aun así, estamos viendo cómo las empresa que tienen producto/servicio, visión del negocio a largo plazo y gestión profesional, están dando la batalla a importadores, grandes superficies, franquicias y «chinos»….conformando la red de Pymes que, una vez superada la crisis, estará en condiciones de competir en un mercado global.

La Competencia, tanto en el Mercado como en el Deporte, debe ser abierta a todos: países desarrollados, en vías de desarrollo y del tercer mundo. Todos deben tener las mismas oportunidades de competir con los únicos límites que impone el «Jugar Limpio».

Si los fabricantes extracomunitarios que están vendiendo productos  en Europa no juegan limpio, su comercio no es justo, o en su mercado/campo de juego las condiciones para el visitante/importador nos son las mismas que las que ellos disfrutan cuando salen a Europa, me parece muy lógica la postura del Presidente francés.

Saludos.

EDM