Cargos de Confianza y Competencia.
Honradez y competencia deberían ser criterios esenciales para la designación de los cargos públicos, aunque del primero se habla poco y se sustituye por el de confianza.
Voy a obviar yo también el criterio de honradez, aunque desde mi punto de vista sea el más importante, para analizar los otros dos: Confianza y Competencia.
Me da nauseas ver como algunos confunden confianza con amistad y a veces con amiguismo, lo mismo que cuando se confunde competencia con discurso y en ocasiones verborrea.
Me parece bien que quien tiene que designar un cargo, elija de entre los más competentes candidatos a quién más confianza le transmita, es lo lógico, pero parece que el proceso que se sigue es el inverso: de entre los más amigos se elige al que parece más competente.
El orden de aplicar los criterios en la selección de personas, lo mismo que en la toma de decisiones empresariales, no proporciona los mismos resultados. Aquello de la propiedad conmutativa no se da en estas cosas.
Deberían saber nuestros políticos que si su gente de confianza, sus amigos, no son competentes, su designación en determinados cargos, puede ser algo parecido a poner al zorro a guardar las gallinas.
Claro que hay que presuponer que quien designa al cargo, no es otro Zorro.
Buenas noches,
EDM
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