Los alemanes ven a España como un país de ociosos y corruptos.
Llevamos toda la vida oyendo que una imagen vale más que mil palabras y ahora vemos que la que tienen de nosotros nuestros principales clientes y también proveedores, no es la mejor precisamente.
Es realmente grave para nuestra economía que se tenga fuera esta imagen de nuestro país, no tanto por razones políticas que también, como por razones comerciales ya que al fin y al cabo, el valor que somos capaces de generar es el margen o la diferencia entre lo que nos compran ellos: alemanes, ingleses y franceses y lo que nosotros les compramos. Esa es realmente nuestra economía exterior.
Es cierto que en estos momentos de crisis, cada uno trata de echar la culpa a los demás y ahora en España, tratamos de echar la culpa a los Bancos Alemanes de nuestros problemas, porque fueron ellos los que nos animaron a pedirles un dinero que les sobraba, pero que nosotros no necesitábamos.
Sí esto es verdad, ocurrió así pero fueron nuestros bancos y principalmente nuestras Cajas las que les compraron ese dinero con buenas comisiones para luego repartirlo en forma de créditos a sus clientes. Por lo demás, la gente de «a pie» cuando fue a la sucursal, actuó como cuando vamos de compras, de rebajas y nos gastamos el dinero de la extra en chollos y oportunidades que en realidad son cosas superfluas, cachibaches que nunca utilizaremos o prendas, que si nos las llegamos a poner alguna vez será para luego guardarlas en el armario.
Hemos sido como sistema «mayores» para tomar prestado por encima de lo que podíamos pagar, pero individualmente inconscientes, como niños, de la que se nos venía encima. Ahora los alemanes quieren su dinero y es lógico que si no se lo devolvemos, o nos resistimos a hacerlo, digan lo que dicen de nosotros.
Muchos de esos individuos, familias de clase media baja y baja, que fueron de rebajas a los bancos españoles y en especial a las Cajas de Ahorros, tuteladas por las Administraciones Autonómicas y todos supervisados por el Banco de España, entendieron que si se les ofrecían préstamos en su oficina o inversiones preferentes, era porque sus «asesores» , «agentes financieros» o responsables de cuentas», no veían riesgos en pudieran devolverlos o en que la inversión que se les proponía era segura.
Probablemente, ni siquiera los profesionales de la banca que actuaban así en primera línea ante sus clientes sabían que el dinero que ofrecían venía de Alemania, ni que el que pedían iba a parar en muchos casos a empresas y Cajas prácticamente quebradas. Era su empresa, era su misión era su trabajo y eran sus objetivos……
La gente sencilla, sencillamente no se enteró, pero también otros se aprovecharon de la situación.
Esos son los que se llevaron el dinero y la buena imagen de este país.
Saludos,
Edm
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