El bosque de nuestra economía se quemó. Al menos una buena parte.
Las Medianas y Pequeñas empresas y también algunas empresas grandes y centenarias, es decir los árboles y arbustos de nuestra economía, ardieron rápidamente y hoy da pena ver los locales comerciales cerrados, las naves industriales abandonadas y los polígonos logísticos vacíos, lo mismo que entristece ver las laderas peladas y carbonizadas del monte, después de un incendio.
Entre los bomberos y la buena gente que vinieron a apagar el fuego y a paliar en lo posible el desbaste económico que sufre nuestra sociedad, estaban algunos de los pirómanos que generaron el desastre y entre ellos, están también los que para no despertar la ira de los que vivíamos del bosque, pretenden hacernos creer que ya se ven los brotes verdes gracias, eso sí, a su inteligencia y esfuerzo.
Lo mismo que el bosque quemado, nuestra economía tiene muy complicado recuperarse.
Si para que vuelva la vida al monte, debemos limpiar el bosque de cenizas, remover lo tierra, oxigenarla y replantar nuevos árboles que permitan cobijarse a todas las especies que la mantienen en equilibrio, para que vuelva crecer nuestra economía deberemos liberarle de sus cenizas, darle oxígeno de nuevo y replantar empresas que encajen con nuestro paisaje, con nuestra manera de hacer las cosas, con nuestra gente.
Tendremos que hacer muchas cosas y llevará tiempo. Lo mismo que los árboles, las empresas tardan muchos años en dar frutos y pocos segundos en ser devorados por el fuego de la incompetencia y el abuso.
Tendremos que hacer muchas cosas sí, pero antes que nada, para recuperar nuestra confianza y la ilusión en construir una nueva economía, lo primero es alejar de nosotros a los pirómanos y quitarles las cerillas.
Buen fin de semana
EDM
Deja tu comentario