A principios de 2009 empezamos a conocerla y a partir de abril o mayo de 2011 «la prima de riesgo» se convirtió en el tema probablemente más comentado en todos los medios y desde luego en los económicos.
La verdad que Rajoy se encontró al país hecho unos zorros y con la credibilidad por los suelos. Los enemigos de entonces, los mercados, nos castigaban por nuestros derroches, pero sobretodo por nuestras trampas.
No se creían nuestras cuentas, ni las de las Cajas de Ahorros avaladas por el Banco de España, ni las de nuestras Administraciones Públicas avaladas por un Gobierno que escondía el déficit dónde podía.
Estos días salen en la prensa internacional artículos en los que quiero pensar se recogen los efectos de entonces, es decir de lo que éramos y hacíamos hace dos, tres y cuatro años, cuando parecía que nos volvimos locos y nos creíamos los más ricos y listos del mundo: «los campeones».
Soy de la opinión de que al país no se le puede hablar desde una torre de marfil, ni desde una pantalla de plasma. Los ciudadanos necesitamos información de calidad y de primera mano, así que no me parece bien lo que está haciendo Rajoy a la hora de comunicar con la gente. Probablemente quiere disimular la vergüenza que le produce la situación que esta viviendo su partido con todo lo referente al llamado caso Bárcenas. La verdad es que es para morirse y deja muy mal a quienes se arrogaban para sí mismos total pulcritud en sus comportamientos y transparencia en sus manifestaciones.
Todo este tema no ha ayudado mucho a que mejore la situación, pero hay que reconocer que en estos últimos meses algo ha cambiado.
En efecto, tal vez fuera del programa de gobierno pero se constata que desde que empiezan a pasar por los juzgados personajes que hasta ahora todos conocíamos de la prensa salmón, de la amarilla o de la rosa, nuestra credibilidad ha ido recuperándose y fuera, se nos empieza a reconocer que al menos, estamos reaccionando contra esos troleros y estafadores que se han reído de nosotros en los últimos años.
Hoy se habla menos de la prima de riesgo y eso es bueno para España y para nuestra economía. Significa que nuestra deuda la podemos amortizar con menos coste y por tanto habrá dinero para otras cosas, pero lo más importante es que si recuperamos la credibilidad, pronto podremos volver a hacer negocios porque nuestros clientes y proveedores se creerán nuestras cuentas y se fiarán de nosotros.
Ojalá.
EDM
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