Navarra no pasa por sus mejores momentos. La incapacidad de nuestros políticos para llegar a acuerdos, nos ha llevado al estancamiento político y a la decepción generalizada. Nuestra Comunidad navega a la deriva y si se mantiene a flote es gracias al esfuerzo de empleados, empresarios, profesionales y en general de los navarros que, desde lo que es su responsabilidad, aguantan como pueden y se preparan para cuando vengan mejor dadas.

A estas alturas de la legislatura ya nadie cree que Gobierno y Parlamento puedan ponerse de acuerdo para intentar mejorar la situación. Han pasado demasiadas cosas en estos dos últimos años y la crispación generada entre personas afecta sin duda a las relaciones entre formaciones políticas.

Por tanto y para que los meses que quedan hasta las próximas elecciones no sean baldíos, sería de agradecer que nuestros partidos políticos, enfríen sus ánimos, aclaren sus ideas, diseñen sus programas, elijan a sus candidatos, conformen un equipo de gobierno y trabajen lo suficiente como para poder explicarnos, cuanto más mejor, qué objetivos se plantean para Navarra en la próxima legislatura y cómo se proponen alcanzarlos.

No es mucho tiempo un año, para desempeñar una tarea tan compleja y trascendente, así que nuestros políticos deberían concentrase en ella si quieren realmente contribuir a que esto mejore.

Conocer el entorno es el primeForjar paso para poder identificar y valorar las oportunidades y amenazas que pueden afectar a nuestra comunidad. La economía navarra es muy abierta y lo que pasa fuera de nuestras fronteras incide en ella notablemente. Hoy más que nunca, la Comisión Europea marca las principales líneas de desarrollo económico y financiación: ¿Qué papel asignan nuestros partidos a Navarra en la Europa de los próximos cuatro años?. ¿Cuáles serán los objetivos y los instrumentos a utilizar para que nuestras empresas y organismos puedan estar dentro de los Programas Europeos y beneficiarse plenamente de su financiación?.

España está en la encrucijada. Se avecinan modificaciones en la Constitución que aunque se anticipan como limitadas, probablemente se abordarán en breve. Para Navarra hay algunas cuestiones que nos afectan especialmente: La identidad de Navarra como Comunidad Histórica, su encaje en la Constitución Española, nuestro Régimen Fiscal que condiciona a su vez nuestro Convenio Económico con el Estado. ¿Qué proponen nuestros partidos a los navarros en cada uno de estos temas?.¿Cuáles son sus objetivos para los próximos cuatro años?¿Quienes serán los expertos que se responsabilizarán de negociar y conseguir, en cada uno de estos temas?.
Nuestras relaciones con Euskadi son importantes en lo económico y en lo social. ¿Cómo quieren nuestros partidos articularlas en los próximos cuatro años?. ¿Cómo valoran la posibilidad de que Navarra forme parte, con al menos, Euskadi y Aquitania, de una Eurorregión?.

La Administración Foral y las Sociedades Públicas es otra de las cuestiones importantes sobre la que nuestros Partidos Políticos deberían definirse. En las últimas legislaturas hemos visto cómo cada Gobierno ha introducido un nuevo Organigrama tanto para la Administración Foral como para el conglomerado de sus Empresas Públicas. Cambiar cada cuatro años de Organigrama es algo difícil de encontrar hasta en las Multinacionales más dinámicas.

Sólo cambiar el nombre de un Departamento representa un coste importante derivado de los cambios que deben realizarse en rótulos, impresos, webs e imagen en general. A ese, hay que sumar los costes por ineficiencias derivadas de la desorientación que se produce temporalmente en ciudadanos y empleados. Si además de cambiar el nombre de un Departamento cambian sus funciones y su adscripción, el coste se multiplica en la medida en que cambian los procesos administrativos, sus responsables y los funcionarios que conocen sus tareas. El coste se incrementa también cuando se producen traslados físicos a nuevos centros. ¿Qué Organigrama proponen para la Administración los Partidos Políticos de Navarra.? ¿Cuáles serán las funciones de los nuevos Departamentos, de sus servicios, de sus secciones? ¿Cómo serán los nuevos procesos internos y externos de la Administración? ¿Qué coste representa el cambio y que beneficios pretenden obtenerse de él? ¿Qué tiempo será necesario para alcanzar los objetivos propuestos?.

Hace lustros, tal vez el discurso político tenía que centrarse en la ideología porque el nivel cultural era bajo y en los ideales estaba la esperanza del progreso. Los políticos tenían que apelar al corazón más que a la cabeza para encontrar partidarios y simpatizantes. Hoy Navarra es una de las Regiones europeas con mayores niveles de educación y renta y por tanto, el discurso político, sin obviar la ideología, debe ser más pragmático.

Los navarros somos a la vez ciudadanos y contribuyentes. Votamos y pagamos impuestos para que nuestra sociedad mejore, para que Navarra progrese. Por favor, a quienes corresponda, que cuando empiece la Campaña Electoral podamos elegir entre buenos proyectos y buenos políticos.

Enrique Díaz Moreno

Ingeniero Industrial. MBA IESE.

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