No es que haya cambio de ciclo, que lo hay, es que hay cambio de líderes.
Las velas que dieron luz a muchas organizaciones de nuestro país se consumen y anda la gente con las cerillas buscando en los cajones velas que puedan durar lo suficiente, como para que esto se normalice.
Es curioso, porque en estos días aparecen como grandes remedios para el futuro, personajes desconocidos o que pasaron desapercibidos hasta el momento actual.
Leyendo por casualidad revistas de carácter internacional, veía el otro día los anuncios de algunas organizaciones internacionales, solicitando candidatos para puestos de gran responsabilidad.
Sin ir más lejos, para llevar la Dirección Institucional y de Políticas Administrativas del Secretariado General de la Comisión Europea, uno de los servicios centrales de la Comisión, se pedían profesionales con profundo conocimiento en políticas de desarrollo dentro del sector público y experiencia en la implementación de estrategias institucionales y administrativas, alto nivel acreditado en dirección de recursos humanos y financieros, y excelentes habilidades analíticas, de relación interpersonal y para la comunicación.
Me pregunto si los que se postulan para dirigir las Organizaciones que nos afectan directamente: Partidos Políticos, Gobiernos, Administraciones y Organismos Públicos, pasarían el filtro de una selección como la que he comentado, que por cierto estaba escrita en inglés.
Tenemos un serio problema en este país si como parece, para llegar a ser líder sirve más la foto, el pasillo y el lobby que te presenta, que lo que le hace brillar a uno cuando realmente es luz para los demás.
Se buscan líderes, pero lo que realmente se quiere en mucho casos es poner en el poder al que interesa al grupo, no a la colectividad.
El líder solo será líder si se gana el respeto de todos; mientras no lo consiga será el representante de un grupo, tal vez su dirigente, tal vez la autoridad, pero no alcanzará el nivel de líder.
Debajo del líder todos deben encontrar actitudes positivas y buenos sentimientos que emocionan, además de una excelente preparación, gran capacidad de trabajo y en especial una diáfana vocación de servicio.
Tengo la sensación que cuando se trata de seleccionar entre candidatos para un puesto de responsabilidad política, generalmente se elige de entre los más amigos o afines, al mejor. Creo que sería más eficaz para la sociedad que al menos se eligiera de entre los mejores al más afín, si como es lógico existen afinidades que también condicionan la selección. Como verá el proceso de selección no es igual.
Hemos cambiado de Papa, cambiamos de Rey y pronto, cambiaremos de todo en un periodo electoral que se acerca a gran velocidad.
Nuestra sociedad ha mejorado mucho pero nuestros problemas también ha crecido.
Una sociedad más multicultural, más global, más tecnológica y menos reflexiva convive con nacionalismos, las izquierdas y derechas tradicionales y corrientes ideológicas que emergen por sorpresa y sin cauce.
Gestionar en el caos es un enorme reto sólo al alcance de los más preparados, de los más inteligentes y si queremos que sea para el bien común, de los más sensibles y de los más honrados.
Hasta que no tengamos personas así en los puestos de responsabilidad en los que marcan las pautas, sólo tendremos representantes de partidos, de los accionistas, de grupos que aspiran al poder, de lobbies que sólo buscan sus propios intereses.
Se buscan líderes sí, porque a todos los niveles y en todas las organizaciones se precisan personas que generen ideas, colaboración y entusiasmen con sus propuestas y su ejemplo, demostrándonos a todos que el mundo, nuestro país, nuestra comunidad, puede ser muchísimo mejor.
Enrique Díaz Moreno
Ingeniero Industrial. MBA IESE.
SD Businessfokus.
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