La visión del individuo es siempre limitada. Cada uno tenemos nuestros filtros y nuestra perspectiva.
Cuando en el análisis estratégico no estamos dispuestos a compartir nuestra visión, renunciamos a conocer la realidad, la sesgamos y limitamos por tanto nuestra capacidad de adaptarnos a ella.
Compartir la visión no debilita el liderazgo, muy al contrario lo fortalece en la medida en que dando entrada en la toma de decisiones a otros interesados, la personalidad del líder se llena de razones extiende su influencia y puede argumentar mejor sus decisiones.
Conseguir orientar el interés de los grupos de interés hacia on objetivo común es, como afirma la Teoría de Stakeholder, la mejor manera de garantizar un rendimiento superior y sostenible, es decir ser competitivo.
Edm
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