La Unión Europea quiere darle una vuelta a la manera en que se han venido distribuyendo los fondos para el desarrollo territorial y quiere hacerlo de manera inteligente.
La experiencia acumulada muestra que el dinero público tiene un enorme poder de atracción y no siempre se han financiado con él los mejores proyectos, ni todos los que los necesitaban han podido acceder a ellos en igualdad de oportunidades.
El papel lo aguanta todo y los costosos planes estratégicos que muchas regiones europeas presentaron en ediciones anteriores, proyectaban un futuro maravilloso y avanzado pero sin comparar rigurosamente las capacidades disponibles con las necesarias para construirlo.
Mucho dinero se esfumado en toda Europa y la crisis ha acentuado el problema. Hoy, con menos recursos, la Comisión Europea quiere dar una vuelta de tuerca a todo el proceso que lleva la promoción de proyectos, su evaluación, su financiación y comprobación de que las cosas se ejecuten como estaba previsto.
Europa esta preocupada porque nuestra economía ha venido perdiendo competitividad frente a las economías Americanas y las Orientales.
Mantener el nivel de vida de los europeos y extender a todos los nuevos miembros de la Unión su estado de bienestar, no es compatible con una política de inversión errónea que en vez de crear valor lo destruya.
Todas las regiones europeas están en estos momentos preparando su estrategia territorial para poder acceder a fondos FEDER y financiar, al menos en parte, su desarrollo económico. La cuestión ahora es que ya no va a ser suficiente presentar en fechas un PLAN bonito y atractivo en el que todos los agentes territoriales salen beneficiados.
Para conseguir fondos de Europa, las regiones ahora deberán acreditar que todos sus grupos de interés comparten una visión realista y tienen la determinación, las capacidades y apoyo financiero privado para acometer proyectos creadores de valor.
Todas las regiones europeas pugnan por atraer las inversiones necesarias para convertirse líderes globales en los sectores económicos más pujantes, pero los fondos destinados a las infraestructuras de I+D+i más avanzadas y a los proyectos más prometedores, se asignarán a aquéllas que cuenten con las capacidades humanas y materiales que garanticen la creación de valor. ¿ Estamos preparados para eso?
Así compiten las regiones europeas.
EDM
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