“Sin la #competición celular, los humanos no viviríamos más de cinco o diez años”.
Me parece interesante añadir al blog de businessfokus.com incluir este artículo.
Aunque desde luego no tengo el conocimiento mínimo que se requiere para comentarlo, de lo que entiendo, me parece muy interesante extrapolar la conclusión a la que llega sobre la #competición entre células buenas y células malas, a lo que ocurre en nuestra sociedad y en consecuencia, al mundo de los negocios.
Si para el autor, premio Príncipe de Asturias, la función de la ciencia debería ser en los próximos años, fortalecer el sistema competitivo para que favorezca la victoria de las buenas células sobre las malas, en la Sociedad, la función de los gobiernos debería centrarse en impedir que los fondos privados pero en especial los públicos, se inviertan en aquellos proyectos y negocios “buenos”.
Para explicar lo que yo entiendo por proyectos y negocios “buenos” me sirve el significado de lo que todos entendemos por células buenas y células malas. Si por células malas entendemos aquellas que destruyen nuestra salud, por proyectos y negocios malos deberíais entender los que destruyen valor social.
Las teorías que me ensañaron hace años sobre el capitalismo se sustentaban en la idea de que la búsqueda individual del máximo beneficio, generaba en su integral un beneficio social, el progreso.
Nos vamos dando cuenta que esto tiene limitaciones no sólo morales, también económicas, porque el beneficio de una célula tumoral no beneficia en nada a la salud del organismo y del mismo modo, los “pelotazos”, los “chollos”, la “corrupción”, la ” #incompetencia ” no beneficia en nada al progreso de la sociedad.
Seleccionar bien en qué dedicar el valor para incrementarlo es una cuestión de competencia que sólo debe limitarse a las buenas ideas, a los buenos proyectos, a los buenos negocios y para eso son necesarios sistemas transparentes de evaluación y evaluadores competentes.
EDM
Deja tu comentario